Escribe: Adolfo Huerta Alemán
Friedrich Nietzsche nace el 15 de octubre del año 1844 y muere el 25 de agosto de 1900.
Filósofo, filólogo, poeta, músico alemán de finales del siglo XIX y que abre el siglo XX.
Fernando Savater nos dirá de él: <<Nietzsche a lo largo de su vida, dio luz una obra extremadamente personal, que comenzó con una novedosa y polémica interpretación del mundo antiguo y de la cultura griega clásica y que la condujo a la crítica radical de la civilización cristiana y del humanismo positivista de su época>> La aventura de pensar. Editorial DEBATE 2008.
En sus inicios fue seguidor de Schopenhauer, pero en la filosofía nietzscheana parte del sufrimiento, pero se puede lograr la alegría y una profunda exaltación de la humanidad, no se queda en el puro sufrimiento.
Cuando se encuentra con Richard Wagner queda admirado por su música y tendrá influencias en su pensamiento.
Critica la burocracia universitaria por su hipocresía y su falta de veracidad.
Entre 1873 y 1876 publica una serie de artículos: <<Consideraciones intempestivas>> Aquí comienza su crítica radical a la cultura occidental – cristiana, ya la tildaba de estéril y contraria a la vida.
En su filosofía desenmascara la trama que han ido inventando los poderosos, para legitimar el resentimiento, la polarización en la sociedad.
Así habló Zaratustra: <<¡Amad siempre a vuestros prójimos, igual que a vosotros, pero sed primero aquellos que así mismos se amen, que aman con gran amor>>.
El superhombre que nos propone Nietzsche, no tiene nada que ver con el que propone Adolfo Hitler, como algunos han tratado de asociar al filósofo con el dictador.
Entre 1883 – 1885 publica: <<Así habló Zaratustra>> Aquí comienza el inicio del agotamiento de la civilización judeo – cristiana.
Decadencia y agotamiento que podremos resumir en su famosa expresión: <<Dios hamuerto>>.
Estamos ante la humanidad que padece el crepúsculo de los grandes principios tradicionalistas del conocimiento, de la política, de la psicología y de las religiones con la muerte de Dios.
Con el pensamiento nietzscheano de alguna manera acaba con la verdad con mayúscula y nos restrega en el rostro que en el mundo no hay hechos en el sentido veritativo del concepto, sino interpretaciones, porque la verdad es algo que viene desde la perspectiva y nuestra capacidad de sostenerlo es lo que va a convertir en una u otra.
A partir de Nietzscheno hay verdades absolutas e intemporales, ni hechos en sí, sino interpretaciones o mejor dicho; perspectivas.
Por eso su filosofía tiene mucha fuerza hasta nuestros días, acompañada de una ironía única y feroz, es un meteoro intelectual, que nos golpea en seco e inesperadamente.
El filósofo alemán nos advierte que Dios ha muerto; el de la verdad única y absoluta que justificaba la tranquilidad intelectual; el Dios como única vía de conocimiento.
Nietzscheretoma el grito de la decadencia de la civilización judeo – cristiana, pues el mismo cristianismo es un crimen contra la belleza de la existencia.
Su crítica acérrima y cruda a la cultura occidental, siembra los fundamentos de la decadencia de la civilización cristiana.
El hombre se descubre a sí mismo y al mundo sin fundamento, inicia el juicio de sí mismo y de toda religión.
La civilización cristiana no es una religión del amor, sino una religión de odio profundo contra la misma naturaleza y creación humana.
Nietzsche nos invita a examinar críticamente las verdades o falsedades que nos han impuesto a lo largo de los siglos que tenemos conciencia de nuestra existencia. Desenmascarar ilusiones y autoengaños, poner en duda aquellos horizontes que nos dan como verdad única.
Nietzschees una voz profética que nos advirtió cuando la religión o, una civilización se olvida de la plenitud del desarrollo humano, y es utilizada con otros fines que no sean la de religar al ser humano con esa chispa divina que todos tenemos desde que nacemos, seamos ateos o creyentes.
Tal vez, hoy seamos testigos de la decadencia y del derrumbe de nuestra civilización.
Nietzsche:<<Nuestro tesoro está allí donde se asientan las colmenas de nuestro conocimiento. . . Nos han domesticado para sacrificar todos los deseos de la verdad, toda verdad, incluso a la verdad simple, áspera, fea y repugnante>>.
Adolfo Huerta Alemán